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martes, 20 de diciembre de 2011

El Síndrome de Peter Pan



El Síndrome de Peter Pan. Los adultos que no desean crecer




El Síndrome de  Panhace a los adultos que continúan comportándose como niños o adolescentes y no son capaces de tomar la responsabilidad de sus actos. Serían personas que se niegan a crecer presentando una marcada inmadurez emocional matizada por una fuerte inseguridad y un gran temor a no ser queridos y aceptados.


Como podrán presuponer el nombre proviene del conocido personaje de la literatura creado por James Matews Barrie. No obstante, la primera vez que se relacionó el nombre de Peter Pan con un problema emocional fue en el año 1966, cuando el psiquiatra Eric Berne lo utilizó para indicar al niño que todo adulto lleva dentro y que sólo se preocupa por satisfacer sus propias necesidades. 


Posteriormente, en el año 1983, el psicólogo Dan Kiley fue el responsable de acuñar y popularizar lo que hoy se conoce como "Síndrome de Peter Pan" aunque en España (en el lenguaje coloquial) también se les conoce como adultoadolescentes.

¿Cuáles son sus síntomas principales?


Aunque los adultos han llegado a la treintena o incluso rondan la cuarentena de años continúan comportándose como niños pequeños. Usualmente estas personas parecen ser seguras de si mismas e incluso arrogantes; sin embargo, esto es solo una coraza para ocultar sus verdaderas inseguridades e indecisiones.
Estas personas se esconden detrás de excusas o mentiras en aras de disimular su incapacidad para crecer; suelen hablar de fantásticos proyectos, negocios increíbles, grandes aventuras amorosas… Estas fantasías (mayormente imposibles de cumplir) les permiten eludir sus responsabilidades y poder culpabilizar a los otros de las cosas negativas que les ocurren.

Además, podemos enlistar otra serie de “síntomas”:


- Se siente altamente seducido por la juventud, etapa que suele tener idealizada intentando negar su madurez.
- Miedo a la soledad.
- Altamente inseguro y con baja autoestima.
- Su actitud se centra en recibir, pedir y criticar pero no se molesta en dar o hacer. Esto hace que viva centrado en sí mismo y en sus problemáticas sin preocuparse demasiado por lo que le sucede a las personas a su alrededor.
- Considera que el compromiso es un obstáculo para su libertad.
- No adopta la responsabilidad por sus actos mientras que los otros deben hacerlo por él.
- Se siente permanentemente insatisfecho con lo que tiene pero no toma iniciativas para intentar solucionar su situación. En palabras sencillas diríamos que es una persona que lo quiere todo pero no desea esforzarse para lograrlo.


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